¿Hay que cuestionarlo todo?

Creo que el romanticismo ha muerto. Puede que creáis que es una afirmación muy drástica, exagerada o incluso falsa; os aseguro que no es así. Si echo la vista atrás, hace años que no salgo con un chico romántico. Por favor, no confundir al romántico que te abre la puerta de un taxi, o que te coge de la mano mientras paseáis por Barcelona; a un chico “Romántico” con mayúsculas. Todos hemos visto las pelis típicas y tópicas de Ghost, Pretty Woman o Titanic; cuando digo todos, incluyo también a los chicos. No creo que ellos las hayan visto por voluntad propia, al menos la mayoría. Seguramente fue por una cita, porque a su pareja le gustaba, porque querían aprender a ligar o intentar averiguar lo que es “el romanticismo”. En mi opinión, no lo han conseguido. Sé, que mucha gente, se me tirará encima con comentarios tipo: “se acabó el patriarcado”, “no somos princesas”, “el romanticismo lo inventó Disney, hay que eliminarlo”. Única chica cosmo es una romántica y diga lo que diga la gente, estoy muy orgullosa de ello.


Reconozco que estoy bastante fuera de esta sociedad actual. No me gustan demasiado los tiempos que estamos viviendo. Creo en la igualdad de sexos; creo en que no solo hay, la típica pareja establecida de hombre y mujer. Sin duda, una familia monoparental, puede educar a sus hijos sin mayor problema. Creo en la homosexualidad, en la transexualidad, en la bisexualidad, en lo difícil que tiene que ser haber nacido mujer en un cuerpo de hombre, y viceversa. Creo en la libertad de pensamiento y de palabra, en que La Tierra es redonda y nos la estamos cargando. Estoy totalmente segura de que hay vida en otros planetas y rezo para que sea bastante más inteligente que los terrícolas.


Con todo esto, ¿Por qué me siento que no encajo en este mundo? Porque ahora las mujeres no pueden ser femeninas, no se pueden maquillar, ni depilar. Para demostrar que no estamos en un patriarcado, tenemos que dejarnos crecer el pelo de los axilas, decir palabrotas, no ser románticas, no ser dulces, no enamorarnos, ser más fuertes (físicamente hablando) que los hombres y hasta mear de pie. ¡No! ¡Basta de este mal entendido, tan extendido! Para mí, no vivir en un patriarcado es tener libertad. Poder cambiar de banco, de trabajo, de novio o de casa, cuando me de la gana, o no me sienta a gusto con ello. Poder acostarme con quien quiera y cuando quiera, sin ser juzgada o etiquetada. Si tenemos un poco de memoria histórica, en el 1920, las mujeres no podían trabajar sin el permiso del marido o del padre; no podían abrir una cuenta bancaria, ni alquilar un piso; no podían votar, ser militares, ingenieras y ni tan siquiera podían ser secretarias, sin el permiso masculino. Las mujeres eran solo madres y esposas. Sin duda hemos avanzado muchísimo en cuestión de libertades, ¿no creéis? No puedo entender ¿de qué exactamente se quejan las feministas, actualmente en este país?. Queda mucho por hacer en el mundo. Los países árabes, algunos de África o de Asia. Allí, sí que las mujeres, necesitan nuestra ayuda para salir del patriarcado. Pero, ¿qué hacemos exactamente aquí?


Creo que para nuestros jóvenes, que empiezan a vivir y a pensar por sí mismos, todas estas ideas, se les hace bola. ¿La tierra es redonda o plana? ¿En serio tenemos que volver a demostrar todas las teorías ya demostradas hace siglos, porque cuatro gilipollas se las cuestionan? ¿El hombre llegó realmente a la luna? Ehhh… ¿Pero qué clase de pregunta es ésa? Llegó y a mucha honra. Con los recursos que había en aquella época, bastante valientes fuimos, en al menos, intentarlo. ¿Qué ganaríamos habiendo hecho esta farsa? ¿Nos estamos volviendo idiotas? Que baje Dios y me lo explique. ¿Vale más un hombre o una mujer? ¿Después de tantos años de represión feminista, ahora tenemos que estar las mujeres por encima de los hombres? Somos personas y valemos los mismo, ni unos más ni otros menos. Eso es, lo que no les dejo de enseñar a mis hijos. Ya que son unos jóvenes que se están formando y me preguntan todas las bobadas que ven en tik tok. Otro día hablaremos de las redes sociales y su influencia en nuestros adolescentes… ¿Y qué me decís, de los negacionistas del covid? Imaginaos que en los noventa, hubiesen habido negacionistas del V.I.H. No me quiero ni imaginar todos los millones de personas que habrían muerto. Vamos, que los números de judíos aniquilados en los campos de concentración, hubieran sido de risa comparados con éstos. Una bestialidad, lo sé. Una masacre incongruente que nunca sucedió, ¿verdad? Pues ahora está sucediendo. Y es un peligro brutal, que aunque no se vea, existe y hay que extirparlo. Y no, no me refiero al covid o los nogacionistas, me refiero a analfabetismo y a la idiotez que abunda en nuestras ciudades.


Ante todas estas cuestiones de actualidad, no puedo dejar de pensar que el ser humano es gilipollas. ¿Tenemos que demostrar que un virus existe, que la luna no es un decorado de cartón piedra y que La Tierra es redonda? Me niego a todo esto. Me quedo en los años noventa, dónde la gente era educada, culta e inteligente. Solo hace falta ver los programas de la tele de entonces y compararlos con los de ahora. Concursos como “Cifras y Letras” o “El tiempo es oro” ahora no podrían existir, ya que la gente no tienen ni la mitad de cultura que teníamos entonces. Serían algo así como... “Cifras hasta cien y Letras de Reggaeton” o “ Las tetas de oro”. En los noventa no había dudas razonables y si las había, cogías el tomo de enciclopedia de la letra correspondiente, y eso era Dios. Porque lo que decía la página, era la verdad absoluta. No me malinterpretéis, por favor. Está genial cuestionarse cosas. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Qué sexualidad tenemos? Y si dudamos, ir probando hasta descubrirla. ¿Realmente queremos trabajar en un banco? O mi pasión era ser jardinero y me he metido aquí porque la sociedad me decía que era lo correcto. Sí, gano dinero, tengo una casa pero ¿soy feliz? Éstas sí, que son las preguntas que se tienen que hacer los seres humanos. Intentemos pensar y sentir por sí mismos y no adoctrinarnos a una sociedad que seguramente nos llevará por un camino de éxito pero no de felicidad.


Y volviendo al tema principal de este texto. Única chica cosmo es feliz cuando escribe, aunque las editoriales no crean en ella; es feliz cuando va a la peluquería y se corta el pelo. Le encanta sentirse guapa y sexy. Adora la moda, los zapatos y cree que la feminidad y la dulzura son maravillosas y no están reñidas con el feminismo. De hecho piensa que es lo mejor de ser mujer. Alucina que le regalen vestidos, y odia que en su cumpleaños le regalen un móvil o tecnología en general. Sé que los chicos de hoy en día no son nada románticos y sí, muy prácticos. Pero la practicidad, déjala para los días normales. Si me regalas un ordenador para mi cumple, me siento como si me regalases un señor, que me cambia las puertas de mi casa, para nuestro aniversario. Sí, se necesitan cambiar las puertas, ¿pero en serio me lo tienes qué regalar en este día tan especial? Única chica cosmo, ve romántico que le regalen un viaje, una noche especial de teatro y cena, un bolso, unas botas, una experiencia a compartir con el amor de su vida; ¡una joya! para que siempre que la mire, o se la ponga, piense en esa persona. El romanticismo es algo más que comprar cosas, es sentirlas. Me encanta una pulsera que me regaló un chico (no voy a decir quién), que es un hilo de color lila con un símbolo del infinito de metal. Me la compró en una feria de barrio y os aseguro que no le costó más de diez euros. Pero casi, es mi joya favorita. Me la volví a poner hace unas semanas y me encanta. Cada vez que la miro no puedo dejar de pensar, en que éso, es auténtico romanticismo y es lo que busco en mi vida. Una persona que sea más romántica que práctica. Una persona con la que compartir momentos que se queden en tu memoria para siempre. Quiero una persona que sienta más que piense, y que deje de pensar tanto cuando sienta. Romanticismo también es echar de menos, cuando por los motivos que sea, estáis separados. Enviarle una foto de un plato, cuando te has ido a comer con tus colegas, porque sabes que le encantará, éso es  súper romántico. Es una forma de decir: "no estás conmigo, pero me acuerdo de ti" y creo que no se tarda más de diez segundos. Me gustaría encontrar a alguien que se tire a la piscina sin miedo, que crea en nosotros hasta el infinito. Y que afirme, que cuando se juntan: el romanticismo, la feminidad, la masculinidad y la libertad, surge una mezcla tan alucinante y tan irreal como lo que debió sentir Neil Armstrong, la primera vez, que piso la Luna.

¿Creéis que vivo en las nubes y debería ser astronauta; o alguien así, en esta sociedad de gilipollas puede llegar a existir?

 

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