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Mostrando entradas de 2020

Estados de ánimo.

Cuando rompemos con alguien la única sensación que nos invade es el vacío. Da igual que seamos nosotros los que dejan o los dejados. Da igual que sean por causas legítimas (como cuernos, o traiciones) o porque simplemente cuando os miráis y ya no os emocionáis. Sean cuales sean las causas, sea quien sea el culpable solo podéis sentir un gran NADA. Yo personalmente pensaba que con la edad sería un proceso más fácil. Soñaba que mi experiencia me ayudaría a no tener que romper varias relaciones, ya que encontraría a la persona adecuada y podría disfrutar de ella para siempre. Pero al contrario de lo que imaginaba con catorce años tumbada en mi cama prensando en mi príncipe azul, cada vez es más complicado, más difícil y más pesado. Estoy llegando a los albores de los cuarenta años y siento que mi experiencia con los hombres es demasiado funesta. Creo que “desaprendo” en vez de aprender. Pasan los años y sigo cometiendo los mismos errores que una adolescente, sigo teniendo las mismas...

RELACIONES DE CHICHINABO

A veces creo que la sociedad me necesita. Veo vídeos en Internet que hacen que me replanteé mi educación, mi capacidad de raciocinio y mis ganas de vivir. Creo que cuando tienes una edad, es deber como ciudadano entender ciertas cuestiones emocionales, sociales y sexuales. Si no las entiendes o las practicas mal, yo sería partidaria de que fueras a clase para aprenderlas. Vamos a escuelas a estudiar inglés, a estudiar la conducción de un vehículo o de un camión. Estudiamos informática y en el trabajo, nos reciclamos con cursillos para aprender y poder mejorar en nuestro puesto laboral. ¿Por qué no hacemos lo mismo con la sexualidad o con los sentimientos? Empecemos por el sexo. Creo sinceramente en todo tipo de sexualidad: heterosexuales, homo y bisexuales. Hablamos, en este caso concreto, de las parejas que te atraen. No hablamos de como sientes tu sexualidad. Éso sería un artículo muy largo y bastante más complicado. De momento empezamos por el nivel cero. Normalmente en l...

Paris, Nueva York y yo.

A lo largo de nuestra vida hemos visto miles de películas. La mayoría estadounidenses. Gracias a ellas, nos hemos imaginado cruzando el puente de San Francisco; paseando por la quinta avenida; o recorriendo el gran cañón con una mochila en la espalda. Pero ¿cómo retratan las películas norteamericanas a la gente? ¿Es cierto lo que se ve en la gran pantalla? ¿Y las mujeres, son exactamente así de carismáticas? Yo, que no he conocido a casi nadie de Estados Unidos, me lo creo a pie juntillas. Supongo, que los directores de cine, han exagerado un poco en la personalidad dada a algunos personajes; pero estoy segura que todo parte de una realidad evidente. Sabemos que las chicas de California son tan superficiales que les importa más llegar a viejas siendo un “pibón”, que lo que contienen dentro de sus adorables cabecitas rubias. En San Francisco, suelen ser más hippies, más pasotas y más felices; supongo que por la cantidad ingesta de drogas que toman a lo largo de su vida… ¿Y en mi queri...

Encierro colectivo

Décimo día de confinamiento por el coronavirus. Por las redes sociales hemos visto de todo, gente angustiada, desesperada, feliz, aburrida… Pero si España destaca por algo, es por el ingenio que tenemos. En estos tiempos que corren, el ingenio y ese humor tan español, es lo único que nos puede salvar de esta locura. Doy un fuerte abrazo virtual a esas familias con niños. Yo misma, estoy viviendo este pequeño infierno. Los pequeños son las víctimas que más sufren con toda esta situación. De hecho, siempre son los niños, los que más sufren por todo. Cuando una pareja de padres se separa, cuando hay un guerra, cuando la corrupción política de un país llega a límites insospechables… ¿Hasta cuándo los niños van a aguantar las cagadas de los adultos? No sé qué nos pasa por la mente cuando crecemos; pero estoy segura que dentro de poco los niños serán los que se quieran separar de los padres. Formarán una asociación de niños libres y sanos, la cual, será un ejemplo de harmonía y felicidad. B...

Él.

A veces, las personas, decimos o hacemos cosas sin querer. Tenemos momentos de locura transitoria (como dirían en los tribunales de hoy en día) y soltamos a bocajarro, palabras que, pueden herir a la persona que más quieres. No es que en ese momento exacto, no sintamos que tu novio es un completo gilipollas. Porque os aseguro que lo es. Sino que es, en ese momento específico, dónde lo sentimos. Al segundo siguiente, nos da pena haber dicho todas esas palabras feas, a un ser tan tierno como tu novio. Pero al minuto, te vuelven las ganas de matarlo, cuando accidentalmente, se te resbala la maleta y él empieza a reírse diciéndote: ¡cuidado cari! Admitámoslo, las mujeres somos mucho más emocionales que los hombres, (debe ser por la ovulación) y ellos, hay cosas de nosotras, que nunca van a entender. Cómo ¿por qué estamos más sensibles cuando nos viene la regla? Quién dice sensibles, dice bordes, de mala leche, con ganas de llorar sin motivo alguno, impacientes… Y es que queridos míos,...

Ella.

Me levanté de la cama como un martes normal. Ducha, café, traje, repasar los mails en el ipad y a conducir. El tráfico de siempre, la música de siempre, llegar al mismo sitio de siempre, el café de la máquina asquerosa de siempre, las odiosas reuniones de siempre; pero algo poco habitual se me pasó por la mente. Ella no estaba. No me había dado el beso de buenos días, mientras retozaba en la cama, solo cinco minutos más; ni me había enviado el audio a las nueve y media diciéndome: “perdona amor pero no me ha dado tiempo ha hacer la cama”; ni me había enviado memes graciosos mientras desayunaba. Mi mente un martes cualquiera a la una del mediodía acababa de asumir que éso no había pasado, y nunca más volvería a pasar. El día no volvió a ser igual, la semana tampoco. ¿Cuándo había pasado todo esto? ¿Por qué? ¿Volvería? Demasiadas preguntas se me acumulaban en la cabeza. Sé perfectamente cómo pasó. Una pelea más. Muchas palabras gritadas, insultos en su mayoría. Creo que lo veía t...

El trabajo ¿Dignifica?

Cuando eres niño, siempre piensas en tu trabajo ideal. Algunos quieren ser futbolistas, otros actores, modelos, cantantes y un montón de sueños que casi siempre se quedan ahí. Acabamos estudiando algo práctico para poder ganar dinero y los deseos laborales que teníamos de pequeños, se convierten en: ingenierías, administración y dirección de empresas, contable, derecho. Así acabamos todos los días levantándonos, yendo a la oficina de 9 a 6 y, matando nuestra monotonía, a base de gin-tonics,   cenas, escapadas de fin de semana que a veces no logran el objetivo de acallar a ese niño que llevas dentro, y te vuelves a plantear con una pátina de añoranza. ¿Qué hubiese pasado, si hubieses hecho caso a tus sueños? Últimamente me lo planteo mucho. Llevo casi veinte años como dependienta y hoy por hoy, debo decir, que estoy agotada. Imaginaros trabajar veinte años de lunes a sábado. Con muy pocos o prácticamente ningún fin de semana. Con un convenio que cada vez es peor, sin poder v...

Last Christmas

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  Día: 13 de Enero. Hora: 23:04. En este día y a esta hora me he puesto a pensar en las Navidades. Este año en mi ciudad, no ha habido mucho espíritu navideño. O mejor dicho, yo, única chica cosmo, no he notado en mi vida la magia de la Navidad. Este año todo ha pasado muy rápido, ha habido personas que ya no han estado y personas que, aunque lleven años sin estar, se sigue notando su ausencia. Mi familia cada vez está más alejada; o puede que sea yo quien me esté soltando de su mano para vivir mi propia Navidad con mis hijos y las personas que quiero. Porque amigos, llega un punto en la vida, que hay que cambiar tradiciones. Llega un punto, que cuando la familia se rompe, tienes que formar tú, una propia. Y ese punto, llegó a mi vida, esta pasada Navidad. Y se me rompe el corazón. Yo soy mucho de unir más que de separar, pero mi familia no es lo que digamos la alegría de la huerta. Envidio a esas personas que se reúnen con los primos, abuelos, padres, tíos, hermanos y son cie...