¿Bienvenida a la red?






                     Para empezar buenas noches a todos. Son las 23:25 de un frío domingo en la ciudad de Barcelona. Soy chica cosmo. Mi apodo puede llevar a errores así que me explicaré: chica cosmo no es debido a mi afición por las estrellas o al más allá, como pueden pensar algunos, si no por mi genial complicidad con el "cosmopolitan": mi cóctel favorito. Tengo tanto amor por esta combinación de limón, zumo de arándanos bañado en vodka y cointreau que esta navidad me decidí a aprender a hacerlo y ahora no sé porqué extraña razón los bebo más que nunca...    

                     Este blog va dedicado a las mujeres. No soy una feminista empedernida que no se depila y odia a los hombres, si no que me encanta ser mujer y todo lo relacionado con ellas. En este blog se hablará de relaciones, de sexo, de amor, de desamor, de sexo... upss ¡ya van dos veces!  Y es que desde que me desvirgué a los 17 el sexo sin duda ha sido mi tema favorito; y no sé porqué ha habido siempre un tabú en este país con el sexo y sobretodo el femenino. Los hombres no paran de hablar (o de alardear) de sus compañeras de cama y nosotras nos inventamos palabras o frases tales como: "lo has hecho", "ñaca-ñaca", "tralarí" "frungir", "una... ya sabes... una manola",  "lefa", "leche"... Por favor, ¿qué somos niñas de patio de colegio o mujeres hechas y derechas de treinta años? en mi opinión la lengua española es muy rica (y esta vez no va con segundas) y tenemos palabras suficientes para decir que follar es follar, que las mamadas son mamadas y que el semen es el semen. 

                     Me he decidido a poner mis ideas en público porque creo que os  puedo hacer pasar un buen rato mientras leéis mis relatos en el metro, de camino al trabajo o antes de ir a dormir. Apuesto que os haré sacar una sonrisilla o una carcajada a lo largo de mis alocadas historias que dicho sea de paso son totalmente ciertas. Algunas basadas en mi presente, otras en mi pasado y otras en mis amigos todos debidamente ocultos tras un mote divertido que dicho sea de paso, sólo entienden ellos.

                      Y es que por lo visto internet es así. Puedes hacer todas las guarrerías que puedas o quieras sin enseñar la cara, puedes hablar con cuarenta tíos a la vez sin dar ni siquiera tu nombre y por supuesto tienes ciberamigos o ciberamantes (nunca he entendido muy bien la diferencia) des del salón de tu casa y sin necesidad ni siquiera de depilarte...

                      Lo reconozco a mí la tecnología me puede, me devora, me gana y me mata. La utilizo poco y mal. Un ejemplo sencillo: me he tirado y esto no es exagerado, más de media hora para crear este blog. Primero te piden un email, por supuesto no puedes dar el tuyo de siempre porque si no se te juntan las entrevistas de trabajo con las pollas y puede ser un craso error si te equivocaras de documento adjunto. Eso ya me ha llevado unos veinte minutos. Mea culpa, me he liado y ponía gmail.es cuando quería poner .com, o hotmail.com cuando quería poner gmail... ¿No podrían ponerlo más fácil? después de media hora y a punto, creo, de que me llamase el sr google en persona para saber qué diablos estaba haciendo... me han llevado a una página, la llamaremos la página de los tontos del culo que no saben crear mails como yo y te hacen poner tu movil te envían unos códigos y te verifican la cuenta. En primer momento me he sentido espía en  Cuba con los códigos nucleares, pero después me he sentido muy inútil, aunque el esfuerzo ha merecido la pena. Ya estoy aquí con todos vosotros metida en un rinconcito de vuestra existencia, disfrutando del sexo en todas sus formas, variedades, situaciones y creaciones y también disfrutando de otras cosas maravillosas que te da la vida que por supuesto no es, al menos para mí, el jodido internet y sus códigos de verificación google.









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