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Mostrando entradas de marzo, 2020

Encierro colectivo

Décimo día de confinamiento por el coronavirus. Por las redes sociales hemos visto de todo, gente angustiada, desesperada, feliz, aburrida… Pero si España destaca por algo, es por el ingenio que tenemos. En estos tiempos que corren, el ingenio y ese humor tan español, es lo único que nos puede salvar de esta locura. Doy un fuerte abrazo virtual a esas familias con niños. Yo misma, estoy viviendo este pequeño infierno. Los pequeños son las víctimas que más sufren con toda esta situación. De hecho, siempre son los niños, los que más sufren por todo. Cuando una pareja de padres se separa, cuando hay un guerra, cuando la corrupción política de un país llega a límites insospechables… ¿Hasta cuándo los niños van a aguantar las cagadas de los adultos? No sé qué nos pasa por la mente cuando crecemos; pero estoy segura que dentro de poco los niños serán los que se quieran separar de los padres. Formarán una asociación de niños libres y sanos, la cual, será un ejemplo de harmonía y felicidad. B...

Él.

A veces, las personas, decimos o hacemos cosas sin querer. Tenemos momentos de locura transitoria (como dirían en los tribunales de hoy en día) y soltamos a bocajarro, palabras que, pueden herir a la persona que más quieres. No es que en ese momento exacto, no sintamos que tu novio es un completo gilipollas. Porque os aseguro que lo es. Sino que es, en ese momento específico, dónde lo sentimos. Al segundo siguiente, nos da pena haber dicho todas esas palabras feas, a un ser tan tierno como tu novio. Pero al minuto, te vuelven las ganas de matarlo, cuando accidentalmente, se te resbala la maleta y él empieza a reírse diciéndote: ¡cuidado cari! Admitámoslo, las mujeres somos mucho más emocionales que los hombres, (debe ser por la ovulación) y ellos, hay cosas de nosotras, que nunca van a entender. Cómo ¿por qué estamos más sensibles cuando nos viene la regla? Quién dice sensibles, dice bordes, de mala leche, con ganas de llorar sin motivo alguno, impacientes… Y es que queridos míos,...