Piropos, algo más que palabras.
Hoy me he despertado pensando en los piropos. En la actualidad hay mucho debate sobre lo que es aceptable, ofensivo o denigrante. Si os doy mi sincera opinión creo que depende de la persona, de la educación, del estado de ánimo y del carácter de cada individuo. Todos t enemos nuestros límites, nuestras líneas rojas infranqueables que delimitan cuando una palabra pasa de ser agra ciad a a molesta . Y como buenos ciudadanos tenemos que hacerlo saber a los demás. El error más grande es callarse. La comunicación es el pilar de nuestra sociedad. Lo que antiguamente se resolvería con un: “ Gilipollas, lárgate q ue conmigo no tienes nada que hacer. Yo juego en una liga que tú estás a años luz de llegar” Ahora... T enemos que hacer una denuncia explicando palabra a palabra el supuesto piropo denigrante, que un juez hable con el susodicho Gilipollas , que pase una noche en el cuartelillo para que no acose verbalmente a chicas guapas y varios papeleos que dejarán al pobre chaval conde...