Estados de ánimo.
Cuando rompemos con alguien la única sensación que nos invade es el vacío. Da igual que seamos nosotros los que dejan o los dejados. Da igual que sean por causas legítimas (como cuernos, o traiciones) o porque simplemente cuando os miráis y ya no os emocionáis. Sean cuales sean las causas, sea quien sea el culpable solo podéis sentir un gran NADA. Yo personalmente pensaba que con la edad sería un proceso más fácil. Soñaba que mi experiencia me ayudaría a no tener que romper varias relaciones, ya que encontraría a la persona adecuada y podría disfrutar de ella para siempre. Pero al contrario de lo que imaginaba con catorce años tumbada en mi cama prensando en mi príncipe azul, cada vez es más complicado, más difícil y más pesado. Estoy llegando a los albores de los cuarenta años y siento que mi experiencia con los hombres es demasiado funesta. Creo que “desaprendo” en vez de aprender. Pasan los años y sigo cometiendo los mismos errores que una adolescente, sigo teniendo las mismas...