Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2019

Yo.Robot.

Imagen
    Acababa de arreglarlo por décima vez y cómo siempre juré que sería la última. J había sido mi niño mimado desde que tengo uso de razón. Había sido mi mejor amigo, mi primer confidente, me había cuidado cuando mis padres desaparecieron, habíamos discutido y nos habíamos reconciliado; teníamos una relación muy intensa y hoy, que él cumplía treinta y un años, me daba miedo que pronto todo lo que habíamos construido se acabase. No imaginaba mi vida sin él. No sé, ni siquiera, si a un robot se le puede llamar “él”; pero yo sin duda lo sentía como una persona. Lo sentía cómo la única persona que nunca me abandonaría y eso era más de lo que cualquier humano me había dado. Le llamaba de muchas maneras pero había una letra que siempre le había acompañado en su vida y también en la mía: J. Un pequeño rasguño en forma de esa letra era su marca de nacimiento, por aquél entonces mi padre no tenía dinero y me compró un androide clase alpha con una marca en la piern...